18 de septiembre de 2011

Sables de mando, de Las FF.AA. Argentinas.

Los sables de San Martín, Belgrano y Brown. Emblemas de mando en las Fuerzas Armadas Argentinas.

De Izq. a  Der. sable de Marina, Fuerza Aérea y Ejercito Argentino.


Los tres históricos sables se destacan por continuar en uso actualmente por los militares argentinos, al alcanzar el grado de General, Almirante o Brigadier. Cada uno de ellos encierra un simbolismo enorme ya que los Padres de la Patria los utilizaron para cortar las cadenas imperialistas forjando la Independencia de nuestro suelo.



Un sable para Generales.

El Facsímil del sable del General San Martín.
Don José Francisco de San Martín (Yapeyú, Virreinato del Río de la Plata, 25-02-1778 - Boulogne-sur-Mer, Francia, 17-08-1850) Militar Argentino, cuyas campañas decidieron las independencias de la Argentina, Chile y el Perú.

Historia: Sable curvo inglés con empuñadura de ébano adquirido en el año 1811 por San Martín en Londres. La hoja tenía una antigüedad aproximada de 100 años al momento de ser montada por el espadero británico y carece de inscripciones salvo un pequeño trébol. Está realizada en acero de damasco y es de origen persa o sirio, fiel a la moda de la época, debido a que luego de la Campaña a las Pirámides de Napoleón Bonaparte los países europeos habían adoptado rápidamente el sable curvo oriental como símbolo de estatus, distinción y como un arma temible por su poder en combate. Los primeros ejemplares en Francia llegaron como suvenirs de los soldados que retornaban victoriosos de Egipto. Frente a la demanda creciente de la oficialidad Europea comenzaron a importarse sables, luego solamente hojas, y finalmente, se comenzó a fabricarlos íntegramente en toda Europa.


Sable de General:

Cabe señalar que en el Ejército los Generales utilizan como sable de ordenanza desde el año 1946, una réplica del sable corvo del brigadier general San Martín, cuya primera entrega se formalizó el 2 de junio de ese año con una formación militar, recibiéndolos el Presidente de la Nación General de División Edelmiro J. Farrell, el presidente electo, General de Brigada Juan Domingo Perón y los restantes Generales en actividad. En aquella época y hasta finales de los años 80 se eligió un modelo conocido como 7/8, más estilizado, menos curvo y más liviano que el del prócer. Actualmente se entrega el Facsímil que conserva sus líneas prácticamente en una proporción de escala 1:1 con el original.



Existen ejemplares documentados que fueron realizados en Arsenales del Ejército en los años 40, incluso antes de su entrada en vigor oficial. El Arsenal Naval de Zárate continúa fabricando el modelo 7/8 y la empresa privada Jorfra de la Ciudad de Buenos Aires.


Un sable para Brigadieres.

El Facsímil del sable del General Belgrano.



Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (Buenos Aires, 3-06-1770 – Buenos Aires, 20-06-1820) Intelectual, periodista, economista, político, abogado y militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata, actualmente Argentina. Participó de la Revolución de Mayo y de la Guerra de Independencia de la Argentina, y Creador de la Bandera Argentina.


Historia: Sable curvo de origen francés con empuñadura de cachas de nácar y vaina dorada adornada con escenas de batallas y motivos egipcios en su empuñadura. No presenta marca de fábrica ni inscripción alguna. Se trata de un modelo de los llamados “sabre de recompense”, y aparentemente recuerda las campañas de Napoleón Bonaparte en Egipto a fines del siglo XVIII. Estos sables de lujo eran encargados especialmente a famosos espaderos y era frecuente que fueran obsequiados como muestra de gratitud a alguna personalidad militar.

El sable le fue entregado a Manuel Belgrano en el año 1813 por la Asamblea General Constituyente como premio por la victoria de Salta, del 20 de febrero de aquel año. En la sesión del 8 de marzo se acordó por unanimidad ofrecerle un sable de guarnición de oro con la siguiente inscripción grabada en su hoja: “La Asamblea Constituyente, al benemérito general Belgrano”, grabado que jamás se concretó.



Existe una disputa histórica sobre este sable, debido a que se ha perdido la continuidad documental de su recorrido de mano en mano, habiendo posiciones encontradas entre quienes afirman que perteneció al caudillo Guemes y quienes lo señalan como de Manuel Belgrano. No es motivo de esta breve reseña ahondar en este punto, pero si tomamos como fundamento la descripción documentada de época y las reproducciones iconográficas antiguas de Belgrano, entendemos que el sable perteneció a dicho prócer.



Sable de Brigadier y Comandante Gendarmería: La primera réplica que se realizara de este sable fue dispuesta por el Gobierno Nacional para la Gendarmería Nacional por un decreto del año 1957, en cuanto entendían que había pertenecido al general Güemes. Por este decreto se aceptó su figura como representación histórica de un paladín de la defensa de la frontera, ordenando su uso por parte del personal superior que alcanzara el grado máximo de Comandante General.



Como un justo homenaje de la Fuerza Aérea Argentina para honrar la memoria del ilustre Brigadier General Belgrano, al cumplirse en 1970 el bicentenario de su nacimiento y a propuesta del Profesor Aníbal Jorge Luzuriaga, miembro del Instituto Belgraniano, su Comandante en Jefe Brigadier General Carlos A. Rey resolvió que una réplica de su sable corvo fuera usada como insignia de mando de los Brigadieres de su Fuerza. Esta disposición por problemas económicos recién se cumpliría a partir de 1979.



Existieron al menos tres fabricantes de este sable: la empresa toledana Bermejo, de España, Arsenales o Arsenal Zárate que fabrico una versión de muy buena calidad sin marca alguna a inicios de los años 80, y el de la empresa Jorfra, que los continúa produciendo en la actualidad (en ambas versiones, Gendarmería y Fuerza Aérea, con pequeñas diferencias en lo que a su diseño particular atañe).


Un Sable para Almirantes.



El Facsímil del sable del Almirante Brown.


Guillermo Brown (nacio en William Brown; Foxford, Condado de Mayo, Reino de Irlanda (actual República de Irlanda), 22-06-1777 – Buenos Aires, Argentina, 3-05-1857) Primer almirante de la fuerza naval Argentina, tanto en la cronología histórica, como por prestigio. Dedico su vida al servicio de su patria de adopción.

Historia: Sable curvo naval inglés con empuñadura de marfil, fabricado hacia 1811 por John Salter, que utilizara durante 15 años el marino escocés Robert Ramsay, Comandante de la Marina Real Británica, obsequiado a fines de 1826 al Almirante William Brown como muestra de aprecio y respeto por la causa que defendía en tierras americanas y la gallardía de sus acciones.



En la vaina lleva la inscripción: “Salter sword cutler to his Royal Highness the Duke of Sussex/35 Strand/Captn R. Ramsay/RN” luego se le adicionó la inscripción “Almirante Brown”.

Salter fue un espadero que realizó trabajos para el Duque de Sussex e incluso para el Almirante Nelson. Trabajó en Londres en la calle Strand 35 entre 1801 y 1824.

Sable de Almirante: En la Armada, sus Almirantes desde el año 1986 utilizan la réplica de la espada naval que perteneció al almirante Brown. El sable es producido por el Arsenal Naval de Zárate, Buenos Aires.



A modo de conclusión:



Los sables originales son piezas de gran calidad, construidas total o parcialmente en Inglaterra o Francia. San Martín prefirió una hoja antigua pero de buena y probada calidad, y fue este su sable preferido en toda la campaña americana –a pesar de haber tenido media docena de sables de combate en su posesión-, tal como lo dejara plasmado en su testamento al legar el sable a Juan Manuel de Rosas.

Belgrano recibió un sable francés “a la mameluka” de lujo como obsequio, y según crónicas de época lo utilizo en sus campañas, y finalmente Brown también fue obsequiado con un sable, pero en este caso ya era un veterano de combates navales bajo la corona británica.

Ninguno fue un sable de serie reglamentario, y se destacaron por sus hojas curvas y bellas líneas orientales, lo que brindo una cuota de distinción adicional a los tres próceres que los utilizaron durante el primer tercio del Siglo XIX.

Finalmente, los facsímiles que ostentan los mandos superiores de las Fuerzas Armadas guardan similitud con los sables originales y su construcción es esmerada y de buena calidad en general, destacándose por sobre todo ejemplares antiguos del sable de San Martín realizados en los años 40 seguramente bajo pedido individual, y el sable para Brigadier que fabricara la firma española Bermejo, el cual alcanzo un precio de mercado que rondaba los 3000 dólares hacia el año 2003, motivo principal que motivo el cese de las compras en aquella empresa.



Un gran y cordial abrazo por su aporte a Pablo Bustamante Loader


Antigüedades Militares Loader
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BY EL ESPECIALISTA.

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